Preocupante los servicios de salud en México…

El servicio de salud pública que se ha brindado en los últimos años a los mexicanos no ha sido el mejor, observamos clínicas en pésimas condiciones, inclusive insalubres. No cuentan con personal que atienda con rapidez y eficiencia a los enfermos, ni con medicamentos, material quirúrgico, equipo moderno, ambulancias, entre otras necesidades, es decir, son inoperantes para los requerimientos de la ciudadanía, sobre todo para los que menos tienen.

Los centros de salud, las clínicas del IMSS, ISSSTE y el tan sonado Seguro Popular, no están a la altura de los tiempos actuales, estos son incapaces de atender a las personas que por necesidad acuden a ellas. Vemos enfermos esperando horas para ser atendidos por el médico general, porque éstos son muy pocos para la gran cantidad de gente que acude diariamente, este problema también lo vemos en el servicio de urgencias, aquí la mayoría son practicantes o que están ejerciendo su servicio social, sólo se encuentran algunos médicos titulados, los cuales vigilan lo que hacen los futuros galenos.

Así dejaron los últimos gobiernos federales este sector tan importante para la población, no le invirtieron en la construcción de más clínicas y hospitales de salud, tampoco en la contratación de médicos, enfermeras, camilleros y en general de personal de apoyo. Mucho menos llevaron a cabo verdaderos programas y proyectos de salud que viniera a favorecer a la ciudadanía, se la pasaron en discursos que de nada sirvieron y que sólo molestó a la sociedad harta de tanta demagogia.

Quisieron vender el famoso Seguro Popular que como hemos visto de nada sirvió, sólo trataron de justificar que estaban haciendo algo por la salud de los mexicanos, pero al final quedó sólo en una ocurrencia. El fraude detectado por las actuales autoridades y que dejó muy mal parado a Vicente Fox, fue otra acción negativa del ex presidente que se vio opacada por la corrupción que se dio en este Seguro Popular.

Por otro lado, el horario que se maneja en la mayoría de las clínicas públicas es por las mañanas y de lunes a viernes ¿acaso la gente no se enferma por las tardes y noches? Entonces por qué no implementar este servicio las 24 horas los 365 días del año para que las personas cuente con atención médica a la hora que sufra alguna enfermedad de urgencia.

El actual gobierno federal tiene la gran oportunidad de reivindicarse con la ciudadanía que votó por ellos, para que ésta ahora si cuenten con un servicio de salud digno que les permita tener una calidad de vida más sana. El presidente Enrique Peña Nieto está planteando al Congreso de la Unión una reforma en esta materia, la cual esperemos que prospere para que por fin la clase menesterosa de este país se vea beneficiada, y de esta manera disminuya el índice de fallecimientos por falta de atención médica.

Recordemos que una sociedad sana es una sociedad productiva, cuando la gente se enferma y es atendida a tiempo, ésta se encuentra en condiciones de continuar

trabajando y así fortalecer al sector productivo. Cuando contamos con una sociedad enferma, ésta deja de producir y el país se va al precipicio en todos los aspectos, llevándonos todavía más al subdesarrollo y a la pobreza.

Apostemos a la prevención, esta sale más barata que curar al que ya está enfermo, proporcionen mejores servicios de salud preventivos para contar con personas menos propensas a padecer alguna enfermedad, construyan clínicas y centros de salud modernos que atiendan de manera eficiente a la población mexicana. Pero no sólo en las grandes ciudades, sino en las zonas y regiones más alegadas y olvidadas, en éstas también viven personas que merecen ser tratadas como tales, la historia nos indica que han sido agraviadas permanentemente, empecemos a tratarlos como a todos, no sigamos haciendo diferencias sociales, dejemos de tener mexicanos de primera y de segunda, y en muchos casos hasta de tercera.

Pero también es digno reconocer a todos aquellos médicos, enfermeras y personal que a diario actúan de manera profesional, aun contando con salarios deficientes y con pocas herramientas médicas para llevar a cabo su actividad. A estos les debemos un reconocimiento por su humanismo y sensibilidad ante el dolor de los demás, las autoridades responsables de este sector tienen pendiente una gran deuda con estas personas, esperamos que pronto les sea cumplida. O como diría mi abuela, la atención médica no es un gasto, es una gran inversión ¿No lo creen?

Marcos Antonio Santoyo Bernal