Opinión
De la solicitud de licencia de servidores de la administración pública en los tres niveles de gobierno
Por Juan Carlos Hernández
Hay voces en México, que se pronuncian sobre la falta de seriedad de los servidores públicos en los tres poderes, niveles y/o responsabilidades, como sea, que existen en la administración pública: municipal estatal y federal; y que estos servidores pidan licencia se retiren del cargo, y literalmente brinquen a otro de inmediato, ya sea por elección popular u otra vía.
Es así que, la pregunta que no hacemos, ¿es o no ético tomar protesta y luego sin terminar el cargo o compromiso dejarlo por buscar otro? y así sucesivamente.
Así es, nuestras leyes y reglamentos en su caso, facilitan a quienes se postulan en la cosa pública, ejerzan y luego puedan renunciar sin menoscabo de nada en particular, solo el de no perder la oportunidad de seguir en la “bonanza” y del deseo de “servir” en otro puesto público. Pero que sin embargo, considero, mientras sea permitido otorgar licencias no hay de otra.
Derogar la Ley o reglamento que lo permite, sería una propuesta, para que, nadie solicite luego entonces ninguna licencia. Eso implica que se quedan sin trabajo al menos de ese nivel, muchos que en lo inmediato quieren acomodarse y dicho sea de paso, hay estadísticas que nos dicen que se logran quedar para una siguiente administración, solo se cambia de nivel en lo municipal, estatal o federal.
También creo que hasta es, o sería saludable, que en un cargo o responsabilidad, se termine el periodo para el que se toma protesta y esperar la oportunidad para tomar otro, sobre todo si hablamos de elección popular.
Otra opción sería que poco antes del termino de, por ejemplo, el tercer año de funciones, se haga un referéndum, a ver si se aprueba o no su gestión como servidor(a) público(a), sometiéndose a escrutinio y cómputo de la opinión pública, libre, directa y democráticamente, que en la práctica es evaluar qué sí y qué no realizó o dejó de hacer según sus responsabilidades.
Así que, si no está en funciones poco antes de que acabe su trienio, su gestión o su tiempo (porque se le ocurrió pedir licencia para competir por otra responsabilidad) entonces será juzgado (a) democráticamente por sus hechos y lo que ello implique para su carrera profesional en el quehacer público.
Por lo que, más de algún (a) aspirante pensaría si le entra o no en definitivo, al juego de tomar protesta como tal y asistirse de la ley para dejar vacante luego ese cargo para ir por otra opción y ahí se le vea at in aeternum.
Nuestra acción y participación como ciudadanos de a pie, en la cosa pública será la de vigilar, pedir cuentas, exigir, y provocar cambios en la cultura del servidor público, en cualquiera de sus niveles, es necesaria y de relevante importancia para que, de alguna forma, podamos frenar el movimiento que nuestra clase política simula como la de unos de esos chapulines (saltar de un lado a otro).
La ya muy conocida democracia no es ni será solo votar en elecciones cada tres años, ese solo es un ejercicio de inicio; los parabienes que podamos buscarnos y encontrar para lograr una mejor estadía, serán los de la participación total y activa y sobre todo de solicitud de rendición de cuentas de nuestros servidores públicos electos por esta vía y cada uno de nosotros como ciudadanas (os) deberíamos de emprenderlo y hacerlo realidad, en el futuro inmediato. Jóvenes….volver a pensar.
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