Encontrando bellas cartas de amor en ¿hay carta en tu buzón?

Gabriela Godínez García

Hoy en día el buzón que conocen los niños y adolescentes es el que encuentran en una computadora celular, a través del correo electrónico, sin embargo anteriormente existía una bonita costumbre de enviar cartas de amor, a la familia o amigos noche temprano me voy a dormir y en ellos se inspiraron Dulce M. Ramón y Arturo Morell para escribir ¿hay carta en tu buzón?.
Arturo Morell, señaló que con este libro pretenden rescatar el género y que se retome la tradición de escribir cartas y más hechas a mano, por lo que han realizado talleres titulados «sanar escribiendo cartas», para incentivar a que se vuelva una costumbre escribir cartas y enviarlas por correo.
Señaló que esta novela surge con la intención de contar una historia, a través de cartas, habiendo tenido muy buena aceptación, debido a que la gente se ha identificado con los personajes que son Pablo y Luz María, los cuales se conocieron en la Colonia Roma en los años 70s y se mandaban cartas, evolucionando su relación, sin embargo se separan cuando él se va a estudiar a Madrid en los 80s.
Añadió, que se da una separación sin embargo continúan su relación por medio de las cartas donde la limitante es el tiempo en que llegaban.
El autor señaló que en el texto se relata la melancolía de escribir en una máquina mecánica y posteriormente la eléctrica, hasta llegar a la computadora, siendo a través del correo electrónico cuando se reencuentran en la actualidad.
Morell agregó que en una carta se puede tener mayor intimidad, es mucho más profundo, sobre todo si la escribes a mano Y actualmente con los chats lo que provoca es ansiedad al saber que el mensaje fue leído y no se contesta además de que los mensajes deben ser cortos.
«El hecho es poder motivar al lector con esta novela a que se retome la cultura de escribir cartas como un ejercicio emocional, intelectual y de autoconocimiento y que los que no lo han hecho pueden experimentar el enviar una carta a un ser querido”, finalizó.