«»Guadalajara, tú eres la ciudad». Un proyecto de exclusión

Juan Carlos Gómez Padilla

Para el Presidente Municipal de Guadalajara Enrique Alfaro, esta semana ha sido muy intensa ya que el 9 de noviembre presentó lo que se le denominó: “Recuperando el Orden de la Ciudad”, estrategia general para el ordenamiento del comercio en el centro histórico; un plan que determina los criterios que regirán ¿Quiénes? y ¿Qué?  Artículos o mercancías podrán ser comercializadas dentro del primer cuadro de la ciudad.

El documento distribuido por el propio Ayuntamiento señala que existen mil 114 comerciantes distribuidos en todo el centro histórico, los cuales plantea abordar desde cuatro ejes: Bolsa de Trabajo, Reubicación en los Mercados Municipales, Programa de Empleo Temporal y Puestos de Comercio Semifijo móvil e itinerante; de los cuales me gustaría hacer una reflexión sobre cada uno de ellos, desde la muy particular experiencia que he ganado en primer momento como comerciante del tianguis #elbaratillo, luego la que obtuve como estudiante de sociología y por último, la que ahora he acumulado como servidor público.

Bolsa de Trabajo, el ayuntamiento de Guadalajara, basada en la colocación de personas en diferentes puestos de trabajo en empresas dedicadas a la prestación de servicios e industrial así como tiendas departamentales prometiendo 400 espacios ya disponibles y una cantidad igual al finalizar este año, esta alternativa en primer momento parecería ser bastante buena; sin embargo el planteamiento de este eje no da cuenta que las personas que se dedican al comercio en la vía pública lo hacen porque estos, quedan excluidos de la lógica del denominado empleo formal, jefas de familia, hombres y mujeres que ya sea por carecer de instrucción o su edad no pueden o se les ha negado incorporarse a una fuente de trabajo.

Reubicación en Mercados Municipales, 110 puestos libres y otros 504 para antes de finalizar el año, el ayuntamiento de Guadalajara cuenta con 91 mercados, de los cuales: Abastos, Libertad o San Juan de Dios, Felipe Ángeles, Santa Tere, San Juan Bosco, Corona, Mezquitán y Garibaldi, destacan sobre el resto que se encuentran en abandono, no solo por las condiciones de inhabitabilidad por los daños a la infraestructura y de servicios en el que estos se encuentran sino también por los entornos de inseguridad que se han generado en torno a estos; cabe recordar los siniestros por los que han pasado mercados como el Pedro Ogazón, Eulogio Parra, Miravalle, por nombrar algunos. Poblarlos o llenarlos no supone una mejoría per se, por el contrario, la alta concentración de personas solo agravaría esta situación, ya que la creciente demanda de servicios como energía eléctrica y descargas de agua al drenaje supondría una sobre saturación provocando el colapso de estos espacios.

Programa de Empleo Temporal, aquí el gobierno municipal ofrece 150 puestos de trabajo “operativos”  porque como dice el ayuntamiento- necesita manos para ordenar la ciudad, esta alternativa, solo ofrece sub-ocupación, ya que se ponen a consideración empleos precarios sin ningún tipo de seguridad social.

Puestos de comercio semifijo, móvil e itinerante: este eje señala la creación de una “comisión dictaminadora” en la que participará la “iniciativa privada”, la cual determinará cuántos, quiénes,  qué podrán vender; esta propuesta está acompañada de un modelo de estructura física, la cual sirve de modelo para el comercio en la vía pública del primer cuadro.

En primer momento se anuncia que habrá 109 locales sin determinar quiénes habrán de ocupar estos, pero sí deja claro quienes no; todos aquellos que no vivan en Guadalajara y no vendan dulces típicos, arte o artesanías. Tampoco deja claro cuántos serán los que puedan andar ambulantes o móviles vendiendo frutas, pan, botanas, flores, tejuineros y artistas callejeros; como tampoco deja claro qué pasará con los boleros que cuentan con un espacio físico determinado como de aquellos que no lo cuentan (aunque a estos últimos ya empezó a negarles ofrecer sus servicios) y menos aún qué irá a pasar con los niños pedigüeños.

Este plan clasista presentado la nueva élite gobernante, deja ver entre otros, que la comisión dictamadora, sin decir quienes ni cómo determinarán a los que ocuparán los espacios oficiales para el comercio en la vía pública, también mediante divergencias discursivas frente a sus actos, el gobierno municipal por un lado criminaliza al comerciante y por otro genera espacios para capitalizar políticamente a los líderes tradicionales y emergentes de este movimiento en lo que se ha denominado la Casa del Comerciante del Estado de Jalisco.

Pensar en la ciudad, implica concebirla desde su propia realidad, en su contexto social, económico y cultural, ya que este plan se basa en la negación de la pobreza y la exclusión social, insiste en negar, que la ciudad, día a día se construye y destruye (tangible o intangiblemente) para reconfigurarse mediante planes parciales, que solo reflejan eso, la parcialidad de quienes los diseñan; Guadalajara se reconfigura así misma a través de los hombres y mujeres que la habitamos ya sea de manera itinerante o definitiva vamos dando forma adaptándola según las circunstancias y los intereses convenga.